Hoy en día, a menudo se habla de la posibilidad de digitalizar activos, de la emisión de unos tokens que representan partes de viviendas o, simplemente, de tokenización. Pero ¿de qué están hablando realmente? Este post analiza esta cuestión y el primer paso es definir que es una Emisión de Tokens de Activos o STO (Security Token Offering) por sus siglas en ingles.Siendo un concepto similar al de las Ofertas Públicas de Acciones (OPAs), donde una empresa emite acciones para ser distribuidas entre los accionistas, y donde cada acción representa una parte alícuota de dicha empresa, en un Security Token Offering, el token representa una parte alícuota del activo subyacente. Esto se puede usar para tokenizar préstamos o acciones, pero también para tokenizar activos reales como una vivienda, una planta de energía solar, derechos intelectuales, materias primas, etc. En línea con una emisión de acciones en una OPA, los tokens emitidos en un STO le dan a su titular acceso a los beneficios que se obtengan por la explotación del activo subyacente.
Cuando usamos el termino valor dentro del contexto de activos financieros, nos referimos a instrumentos fungibles y negociables que tienen derecho de titularidad y derecho a percibir una parte proporcional de los beneficios de la empresa asociada. Por ejemplo, un valor podría representar una titularidad parcial sobre un instrumento financiero o incluso una vivienda en concreto. Una de las principales diferencias entre valores y tokens es la utilización del blockchain como tecnología subyacente donde la actividad tiene lugar. Cuando estamos negociando valores, la propiedad de la información de la inversión queda registrado en un certificado (que puede ser un PDF) y es gestionado por un intermediario o exchange, pero con los STOs, la información queda registrada y es gestionada dentro del blockchain y, en vez de certificados, se emiten tokens.
Algunos reguladores han decidido tratar los tokens de activos como valores, ya que estos tokens tienen la intención de representar derechos sobre los beneficios o flujos de caja del activo representado. Por tanto, cuando este punto de vista es adoptado por los reguladores, los tokens de activos simplemente son similares a los valores tradicionales para los que ya existe una amplia legislación y unos procedimientos a seguir estrictos.Yendo un poco más lejos, incluso los propios emisores de tokens pueden cumplir voluntariamente los criterios legales necesarios para que los tokens sean considerados valores. Para que un token consiga recibir dicha calificación tiene que cumplir tres requisitos: transferibilidad, negociabilidad y estandarización.Por ahora, vamos a dejar la parte legal de lado, ya que esta será analizada en un futuro en el blog de Brickken.
Uno de los aspectos más cruciales de un STO es su conexión directa a una tecnología subyacente, y las ventajas que ello supone. En este sentido, un aspecto importante para tener en cuenta es la posibilidad de introducir contratos inteligentes cuando se negocia un STO. Esto permite la automatización de muchos procesos, ya que todos los términos y condiciones de dicha emisión pueden integrarse dentro del token en sí mismo. Por ejemplo, esto permitiría integrar todo el proceso de KYC (know your client o “conoce a tu cliente” en inglés) dentro del contrato inteligente, lo que supondría que sólo las personas que cumplen los requisitos establecidos en el contrato inteligente podrían acceder a dicho token. Pero también se podría integrar toda la información del titular del token y su gestión podría ser transferida a las autoridades regulatorias sin ningún tipo de interacción humana. El hecho de que los STOs nazcan de la tecnología, supone que es más que razonable esperar una reducción significativa de costes y del tiempo necesario cuando se están negociando este tipo de valores, al contrario de la típica gestión de valores tradicionales.Aún mejor, los inversores pueden beneficiarse de mercados con una liquidez significativamente superior, al contrario de lo que sucede en mercados rígidos e ilíquidos como puede ser el mercado de la vivienda. Esto se debe a que la tokenización permite que activos tradicionales como un piso, un coche de coleccionista o incluso un cuadro de un pintor famoso, se puedan dividir en múltiples piezas y permitir que un inversor cualquiera adquiera una décima parte, una centava parte o una milésima parte de dicho activo, por tanto, reduciendo las barreras de entrada a estos mercados a niveles accesibles para cualquier persona, permitiendo así la entrada de nuevos partícipes a estos mercados.Con los STOs, los mercados rígidos e ilíquidos pueden ser reorganizados, permitiendo el acceso a cualquier inversor del mundo en busca de nuevas e interesantes oportunidades de inversión, diversificar su portfolio con mercados sin ningún tipo de correlación con mercados tradicionales, y que además también permiten trading durante las 24h del día, 365 días al año, incrementando de manera exponencial la liquidez de estos mercados.
El concepto puede ser similar, ya que ambas conllevan la emisión de tokens, pero en realidad son muy diferentes. Una Oferta Pública de Moneda (Initial Coin Offering o ICO), según Investopedia, sirve para que compañías recauden fondos con el fin de crear un producto o servicio. Los inversores interesados pueden comprar estas emisiones y recibir a cambio una criptomoneda emitida por la compañía en cuestión. Este token puede tener alguna utilidad relacionada con el uso del producto o servicio ofrecido por la empresa. Esto significa que en una ICO se emiten tokens de utilidad (no de valores), con los que una persona puede acceder a los productos o servicios de la empresa, y donde el valor del token en sí mismo está en manos de los mercados.Por otra parte, en un Security Token Offering, el valor del token radica en el propio activo subyacente, cuyo valor está vinculado directamente al activo de referencia, donde el mercado establece el valor del activo en cuestión, pero no del token en sí mismo. El hecho de que los tokens de activos estén fundamentados y vinculados a los activos subyacentes, convierten los STOs en alternativas de inversión considerablemente más seguras que los ICOs.
El principal reto es a nivel regulatorio. Los países y sus legisladores están rascándose la cabeza para encontrar la calificación correcta de los STOs. Tienen que decidir si éstos son valores en el sentido tradicional, o algún tipo de híbrido que requiere una regulación específica. El problema de esta incertidumbre es que si aumenta el miedo sobre cómo pueden afectar los STOs a los mercados, el resultado podría ser que estos reguladores establezcan barreras delimitando la manera en que estas emisiones deben llevarse a cabo, cómo deben gestionarse, o incluso limitando la entrada a ciertos inversores que no cumplan ciertos requisitos.En estos casos, los STOs, que por su naturaleza propia ya son complejos tecnológicamente, se verían forzados a lidiar con mayores cargas administrativas a medida que nuevos procesos tienen que ser añadidos: cómo llevar a cabo la custodia de los tokens, el rastreo de la titularidad, ciertas limitaciones en actividades de trading, etc.Va a ser muy interesante observar en los próximos años como los reguladores de países diferentes lidian con los STOs a medida que la tecnología blockchain se expande y las criptodivisas se van aceptando cada vez más. Es importante recordar que los STOs están respaldados por un activo subyacente, aportando estabilidad al token, al contrario de las criptodivisas cuyo precio se encuentra a merced de los mercados.
Brickken nace de la idea de que es legal emitir STOs, y de que el mismo mercado se beneficiará de eliminar barreras y de dar acceso a inversores de todo tipo. El aumento de la liquidez de ciertos mercados puede crear nuevas oportunidades a inversores que están buscando generar retornos adicionales de activos que consideren adecuados pero que, debido a las grandes necesidades de capital, no pueden acceder.Nuestro objetivo es democratizar el acceso a la inversión, y ser el puente que conecta inversores y activos. Durante este camino, reduciremos la interacción con intermediarios que habitualmente se lucran del proceso de emisión de activos y de financiación. A través de Brickken, propietarios de activos e inversores de todo el mundo pueden conectar directamente a través de una plataforma en funcionamiento 24h al día, 365 días al año.¡Únete a la nueva era de la inversión!