Las finanzas ya no tienen que depender de un sinfín de correos electrónicos, intermediarios y cuellos de botella en materia de cumplimiento. Los contratos inteligentes se están convirtiendo en el motor de operaciones financieras más rápidas y seguras. Se basan en código, no en papeleo, y eliminan las demoras sin eliminar la supervisión.
Muchas instituciones aún liquidan operaciones durante varios días. Verifican los documentos manualmente. Sus sistemas no se conectan.
Cada paso adicional añade:
Por ejemplo, un acuerdo de deuda privada puede llevar semanas. Los correos electrónicos van y vienen. Los equipos de cumplimiento revisan los archivos uno por uno. Los datos se introducen en varios sistemas diferentes. El capital permanece bloqueado hasta que finalice el proceso.
Los contratos inteligentes sustituyen estos pasos por código. Una vez que se cumplen las reglas acordadas, el contrato se ejecuta automáticamente. No hay que buscar firmas. Sin esperar a que llegue la ventana de procesamiento.
Un contrato inteligente es un programa almacenado en una cadena de bloques. Se ejecuta cuando se cumplen ciertas condiciones.
En finanzas, esto puede significar:
Ejemplo:
Un banco que emitía bonos tokenizados utilizó contratos inteligentes para automatizar los pagos de intereses. El día del pago, el contrato calculaba los montos para cada titular y enviaba los fondos al instante. Esto eliminó los días de coordinación entre los equipos.
El cumplimiento es esencial, pero puede ser lento y costoso si se hace manualmente.
Con los contratos inteligentes, las reglas viven en el código. Eso significa:
Ejemplo:
UN plataforma de tokenización redujo el tiempo de incorporación de los inversores de cuatro días a cuatro horas. La comparación automática con las listas de seguimiento mundiales fue instantánea. Las transferencias se bloquearon hasta que se confirmara la aprobación.
Cuándo los activos del mundo real están tokenizados, se convierten en activos digitales programables. Los contratos inteligentes controlan el ciclo de vida.
Los beneficios incluyen:
Ejemplo:
Una empresa de inversión inmobiliaria tokenizó su cartera de propiedades. Los contratos inteligentes enviaban ingresos mensuales por alquiler a los inversores en función de saldos simbólicos. Los errores de pago se redujeron a cero y el tiempo de contabilidad se redujo en semanas.
En el mercado actual:
Los contratos inteligentes ayudan a los equipos financieros a centrarse en la estrategia en lugar del procesamiento manual. El capital se mueve más rápido, las comprobaciones de cumplimiento se realizan al instante y los registros están listos para ser auditados en cualquier momento.
Las diferentes configuraciones funcionan para diferentes necesidades:
Ejemplo:
Un gestor de activos utilizó una cadena privada para la incorporación y la presentación de informes, y una cadena pública para las operaciones en el mercado secundario. Esto mantuvo la privacidad de los datos de los inversores y, al mismo tiempo, aprovechó la liquidez pública.
Plataformas como Brickken facilitan la emisión y la gestión de activos tokenizados con automatización desde el primer día.
Proporcionan:
Con la plataforma adecuada, las instituciones pueden adoptar contratos inteligentes sin crear sistemas de cadena de bloques desde cero.
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